Cada vez se hace más evidente como padres, tutores, centros escolares y diversos espacios donde conviven los niños y las niñas, exponen de manera muy natural, la mayor parte de los eventos de la vida de los pequeños, sin la intención de sonar poco moderna, hoy deseo compartirles algunos riesgos y consideraciones que debemos tomar en cuenta antes de publicar fotos o informaciones relativas a la vida privada de los niños y las niñas.
Hasta ahora no había existido una infancia con una imagen tan pública como la de estos tiempos, de acuerdo a algunos escritos.
La convención sobre los Derechos de los niños consagra en su artículo no. 16, que ningun niño será objeto de ingerencia o arbitrajes ilegales que atenten contra su vida privada, ni su familia, domicilio o correspondencia. Este interesante tratado internacional nos plantea "el derecho a la intimidad" un derecho poco conocido en esta era, pero que sin embargo necesita ser promovido y cumplido.
De acuerdo a algunos estudios, compartir fotos de los bebés y de los niños en las redes sociales va creando una "huella digital" que les acompañará el resto de sus vidas. Esta impresionante tendencia va documentando la vida de los pequeños desde su nacimiento y se amplía a todas o casi todas las areas de su vida, es decir, familia, escuela, relaciones sociales, pasatiempos, entre otros, lo que se conoce como "shareting".
Esta huella digital de los niños y niñas se va creando sin su consentimiento y les puede exponer a graves peligros.
El Centro Europeo del Cibercrimen ha alertado sobre el peligro de compartir demasiados detalles de la vida privada de los niños, considerando que una vez publicadas las fotos se convierten de dominio público, existiendo el riesgo de que puedan ser robadas para fines publicitarios, incluso pueden llegar a mano de agresores sexuales o redes de trata y tráfico de niños y niñas. Asimismo al compartir fotografías se pueden compartir datos de geolocalizaciones y personas ajenas pueden saber donde se sencuentran los niños y niñas .
Las redes sociales han abierto un mundo de posibilidades para los niños y las niñas, no sólo posibilidades positivas sino incluso negativas, ya que constituyen un medio distinto o nuevo utilizado por agresores sexuales o pederastas.
Todo lo antes mencionado no busca asustarte sino prevenirte, a los adultos nos corresponde establecer medidas de protección y seguridad, vigilar las redes o espacios virtuales que frecuentan nuestros niños y niñas, conocer con quienes conversan, evitar las publicaciones excesivas de fotos, no compartir datos personales, lo que puede incluir nombre de los centros de estudio y lugares donde frecuentan, todas estas medidas buscan disminuir los riesgos o peligros que ya existen en nuestros entornos, siendo conscientes de que cada uno de ellos merece que sea cumplido su derecho a la intimidad.
Con amor.
Yorumlar