Construir una infancia feliz, implica formar en los niños y niñas recuerdos y vivencias positivas que les sirvan de soporte o base emocional para un sano equilibrio mental o psicológico en su vida adulta.
Vivir una infancia feliz es un derecho que le corresponde a cada niño y niña sin distinción.
Construimos recuerdos y vivencias positivas y felices en los niños y niñas, entendiendo que estos funcionan como soporte emocional y base para un desarrollo afectivo saludable en la vida adulta.
La Convención sobre los derechos del niño es el tratado internacional más ratificado en la historia, en el cual estan contenidos todos los derechos que deben ser respetados en favor de la infancia. Esta Covención cuenta con varios principios fundamentales, los cuales enfatizan la No discriminación de los niños, el Interés Superior, la Supervivencia y Desarrollo y la Participación.
Cuando hacemos énfasis en la necesidad de hacer cumplir cada uno de estos principios consagrados en el tratado internacional, reconocemos que a todos los niños y niñas les deben ser garantizados sus derechos y que a su vez necesitan ser alcanzados por los gobiernos, organizaciones y público en general para que finalmente puedan tener la infancia feliz que merecen.
En este sentido la No Discriminación de los niños y las niñas juega un papel fundamental, siendo uno de los derechos más ampliamente vulnerados a nivel mundial y a su vez nos advierte que aspectos tales como el color, raza, credo o religión, nacionalidad, entre otros, no deben ser aspectos que impidan la garantia de los derechos de miles de ninos y niñas a nivel mundial, lo que tristemente, en muchas ocasiones dista de la realidad de muchos de algunos de nuestros países.
Garantizar una infancia feliz implica que ellos puedan expresar sus opinione y ser escuchados, de acuerdo a su etapa del desarrollo, que no sean discriminados o rechazados por tener capacidades diferentes o por no tener el estereotipo que otros esperan y que por sobre todo, estas "diferencias" no les cierren las puertas para su desarrollo y supervivencia presente y futura, donde unos sean más beneficiados que otros, por el simple hecho de tener cierto color o estatus económico, una infancia feliz implica que no hayan niños que tengan que ir a las calles a trabajar o vender, voluntaria o involuntariamente, por el simple hecho de ser hijos de la extrema pobreza o de padres que no cuentan con las herramientas correctas para su crianza.
Desde nuestra perspectiva todos somos corresponsables de la proteccion de los más vulnerables, pensemos en esto, ¿Qué podemos hacer desde nuestras esferas de influencia o cómo podemos impactar? y como dijo Ben Furman pensemos que "Nunca es tarde para tener una infancia feliz".
Con afecto,
Yesmin Meyer
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